En un lugar muy, pero muy lejano, vivía una hermosa princesa llamada “malvanieves”. La princesa, tenía todo lo que cualquier otra princesa podía desear; era hermosa, tenía un magnifico castillo, joyas, y un apuesto y caballeroso príncipe. Pero a pesar de todo lo que malvanieves poseía, ella no era feliz, siempre quería ser el centro de atención. No podía ver que alguien tenía algo que ella no poseía. Su egoísmo era tan grande que opacaba su belleza.
La madre de malvanieves había muerto cuando ella era apenas un bebé, y su padre se había casado con otra mujer, después de su muerte. La madrastra de malvanieves, la trató como a una hija, ella era una buena persona, pero malvanieves, no podía soportar la idea de que su padre no pusiera toda su atención en ella, y envidiaba a su madrastra por esté motivo y también porque era tan bella como malvanieves.
Un día malvanieves salió a caminar por el bosque, y se encontró con una viejecilla, ella le dijo;
- se que hay alguien que te ha estado estorbando, y tengo la solución para eso-.
Malvanieves, se sorprendió porque la viejecilla sabía lo que ella sentía. Pero trato de ignorarla y siguió su camino, la viejecilla la siguió, y esta vez le dijo;
-“sé que no soportas que tu padre le ponga más atención a ella que a ti malvanieves, y tampoco soportas que ella sea más bella que tú. Hazme caso, por ella lo puedes perder todo”-.
– ¡Esta bien! dime que es lo que tengo que hacer para deshacerme de ella.- Dijo malvanieves.
La viejecilla le respondió;
- Tienes que hacer que muerda esta jugosa manzana y en cuanto tu madrastra le de la primera mordida, todo habrá terminado. No tendrás que preocuparte más por ella.-
Malvanieves se dirigía rumbo a casa, con la manzana envenenada y dispuesta a dársela a su madrastra, era tanto su egoísmo que la cegaba. Cuando finalmente llegó, su padre estaba ahí, y como no podía darle la manzana en ese lugar, entonces malvanieves invitó a su madrastra a dar un paseo por el bosque, su madrasta aceptó muy emocionada, pensó que malvanieves por primera vez le iba a dar la oportunidad de demostrarle que no era la mala madrastra que ella creía.
Mientras caminaban por el bosque, la madrastra de malvanieves, le iba diciendo lo feliz estaba de que al fin le permitiera conocerla, pero malvanieves lo único que pensaba era; encontrar el lugar perfecto para envenenarla sin que nadie se diera cuenta.
Finalmente llegaron a un lugar solitario, malvanieves le dijo a su madrastra;
- Tengo un presente para ti-
La madrastra antes de morder la manzana, le dice;
- Gracias, quiero decirte que te quiero como si fueras mi hija y estoy feliz de que me des esta oportunidad-
La madrastra estaba apunto de darle la primer mordida a la manzana envenenada, cuando de repente vino a malvanieves un sentimiento de amor, se sintió querida, algo que nunca antes le había pasado. Le tiró la manzana a su madrastra y la abrazó.
FIN.
1 comentario:
Hola Adriana, me gustó mucho el titulo que le diste a esta historia. También disfruté la manera en que cambiaste los papeles del cuentro tradicional que todos conocemos. En lo que sólo si no estoy muy convencida es en el final, me tomó por sorpresa y como que de una me arrebato el gran final que estaba esperando. En general todo muy bueno.
Si yo fuera "malvanieves", no hubiera querido envenenar ala madrastra, creo que desde un principio yo me hubiera acercado a la madrastra y después de haberla tratado hubiera tomado cartas en el asunto. También pienso que no le hubiera quitado la manzana al momento que reaccioné, al contrario se la hubiera dejado comer (intencionalmente) para que de esa manera hubiera apreciado más el cariño que la madrastra tenía para darme. Creo que si yo fuera malvanieves también me sentiría muy sola, ya que el dinero y lo material no lo es todo uno necesita a su familia y porsupuesto amor ya que el espíritu de una persona se complementa de cosas sentimentales no materiales. En este caso me sentí muy triste por malavanieves.
Finalizando, en mi opinión usaste muy buenas técnicas para envolver a el personaje en cada parte al i intercambiar su forma tradicional.
Saludos.
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