viernes, 2 de diciembre de 2011

La princesa "Malvanieves"

En un lugar muy, pero muy lejano, vivía una hermosa princesa llamada “malvanieves”. La princesa, tenía todo lo que cualquier otra princesa podía desear; era hermosa, tenía un magnifico castillo, joyas, y un apuesto y caballeroso príncipe. Pero a pesar de todo lo que malvanieves poseía, ella no era feliz, siempre quería ser el centro de atención. No podía ver que alguien tenía algo que ella no poseía. Su egoísmo era tan grande que opacaba su belleza.
 La madre de malvanieves había muerto cuando ella era apenas un bebé, y su padre se había casado con otra mujer, después de su muerte. La madrastra de malvanieves, la trató como a una hija, ella era una buena persona, pero malvanieves, no podía soportar la idea de que su padre no pusiera toda su atención en ella, y envidiaba a su madrastra por esté motivo y también porque era tan bella como malvanieves.
Un día malvanieves salió a caminar por el bosque, y se encontró con una viejecilla, ella le dijo;
-  se que hay alguien que te ha estado estorbando, y tengo la solución para eso­-.
 Malvanieves, se sorprendió porque la viejecilla sabía lo que ella sentía. Pero  trato de ignorarla y siguió su camino, la viejecilla la siguió, y esta vez le dijo;
 -“sé que no soportas que tu padre le ponga más atención a ella que a ti malvanieves, y tampoco soportas que ella sea más bella que tú. Hazme caso, por ella lo puedes perder todo”-.
 – ¡Esta bien! dime que es lo que tengo que hacer para deshacerme de ella.- Dijo malvanieves.
 La viejecilla le respondió;
 - Tienes que hacer que muerda esta jugosa manzana y en cuanto tu madrastra le de la primera mordida, todo habrá terminado. No tendrás que preocuparte más por ella.-
Malvanieves se dirigía rumbo a casa, con la manzana envenenada y dispuesta a dársela a su madrastra, era tanto su egoísmo que la cegaba. Cuando finalmente llegó, su padre estaba ahí,  y como no podía darle la manzana en ese lugar, entonces  malvanieves invitó a su madrastra a dar un paseo por el  bosque, su madrasta aceptó muy emocionada, pensó que malvanieves por primera vez le iba a dar la oportunidad de demostrarle que no era la mala madrastra que ella creía.
Mientras caminaban por el bosque, la madrastra de malvanieves, le iba diciendo lo feliz estaba de que al fin le permitiera conocerla, pero malvanieves lo único que pensaba era;  encontrar el lugar perfecto para envenenarla sin que nadie se diera cuenta.
Finalmente llegaron a un lugar solitario, malvanieves le dijo a su madrastra;
 - Tengo un presente para ti-
 La madrastra antes de morder la manzana, le dice;
- Gracias, quiero decirte que te quiero como si fueras mi hija y estoy feliz de que me des esta oportunidad-
La madrastra estaba apunto de darle la primer mordida a la manzana envenenada, cuando de repente vino a malvanieves un sentimiento de amor, se sintió querida, algo que nunca antes le había pasado. Le tiró la manzana a su madrastra y la abrazó.

FIN.

domingo, 23 de octubre de 2011

LA DESPEDIDA

Nunca olvidará el día que la vio por ultima vez, fue  el 31 de agosto del 2005. Era de noche y la lluvia no cesaba, parecía  que hasta el cielo estaba tan triste como ella por el desconsolado acontecimiento.  Tomó las fuerzas necesarias para despedirse y  lentamente se acercó  a su morada. 
Lo primero que percibió  fue la palidez de su cansado y frío cuerpo, en su redondo y blanco rostro  se delineaban  abundantes surcos alrededor de sus ojos y boca, eran la prueba de su experiencia.  Sus cabellos de plata unidos por una trenza  le caían a un costado de su hombro izquierdo, tenía sus ojitos cerrados, parecía que estaba profundamente dormida. Tal parece que el aire de su fina nariz de repente dejo de salir. El único consuelo que ella tenía era; que en sus  gruesos y morados labios se formaba una leve sonrisa, que nos indicaba que se encontraba feliz de al fin poder descansar en el paraíso.


Descanse en paz, Ma. Dolores González
¡Siempre vivirás en mi corazón!.

jueves, 6 de octubre de 2011

LA BARRANCA DE ACATIC, JALISCO

No he conocido en la tierra lugar más bello que éste. Cubierto por un precioso manto verdoso e inmenso, desde la superficie se puede sentir la sensación del  viento puro y fresco rosando la cara. Al asomar la cabeza por la barda y admirar el precipicio se puede sentir inmediatamente la adrenalina correr por las venas, las aves cantan como ángeles celestiales, por las noches, los coyotes salen de sus frías y húmedas cuevas en busca de alimento. Los fines de semana "La Barranca" se adorna con la alegría de las familias que se reúnen en este lugar mágico, los niños corren entre los árboles y se bañan en los veneros de agua transparente donde se puede reflejar su silueta. Es un lugar tranquilo y solitario, perfecto para reflexionar y tener un encuentro íntimo con la naturaleza.

Si alguien me preguntara, ¿Dónde te gustaría morir? Sin duda alguna o titubeo al hablar yo respondería: ¡En la Barranca de Acatic!, ya que es como un pedacito de cielo para mí.